¿Para qué sirve el plato del café? Más allá de un adorno

El plato del café, o platillo, no es una invención moderna. Sus orígenes se remontan a los siglos XVII y XVIII, cuando el café y el té se popularizaron en Europa. En esa época, las tazas no tenían asas y las bebidas se servían extremadamente calientes. El platillo se utilizaba para verter el líquido y dejarlo enfriar más rápidamente antes de beberlo. Esta práctica era muy común en las cortes y salones de la alta sociedad. Con la invención de la cafetera de goteo, las tazas evolucionaron y se les añadieron asas, pero el platillo se mantuvo como un elemento de etiqueta y funcionalidad. Hoy en día, aunque ya no necesitemos enfriar el café de la misma manera, el plato ha conservado su importancia, adaptándose a las necesidades de la vida moderna. Marcas como Philips o Nespresso han diseñado tazas y platos que encajan a la perfección con la estética y la funcionalidad de sus cafeteras, demostrando que este accesorio sigue siendo relevante en el mundo del café de hoy.

Aunque no lo parezca, el plato del café juega un papel en la degustación. Cuando bebemos café, nuestros sentidos no solo se activan por el sabor, sino también por el aroma y la temperatura. El platillo ayuda a concentrar los aromas que emanan de la taza, creando una pequeña cúpula aromática que mejora la experiencia olfativa. Esto es particularmente importante en cafés de alta calidad. Además, el plato actúa como un aislante térmico, protegiendo tus dedos del calor de la taza. Si eres de los que disfrutan del café con calma, este accesorio te permitirá sostener la taza de forma cómoda y segura. Por ejemplo, al preparar un espresso con una cafetera manual de palanca, la temperatura del café es crucial, y el plato ayuda a gestionarla de forma óptima para que no te quemes.

El platillo adquiere una relevancia especial cuando se trata de bebidas con leche. Al preparar un café con leche o un cappuccino, se suele usar una taza más grande y una cucharilla para la espuma. El platillo es el lugar perfecto para dejar la cucharilla una vez que has terminado de remover o de disfrutar de la cremosa espuma. Además, si sirves un café con algún tipo de decoración, como cacao en polvo o canela, el platillo recogerá cualquier pequeño residuo que se desprenda de la taza. El plato es parte fundamental de la presentación de un cappuccino perfecto. La belleza y la simetría que aporta el conjunto de la taza sobre el plato eleva la experiencia visual y hace que el momento del café sea más placentero. Una cafetera versátil de cápsulas como la que destacamos a continuación te permite preparar fácilmente este tipo de bebidas, haciendo que el platillo sea un elemento aún más necesario en tu rutina diaria.